Pero aun faltaba contarles el final de la historia de esta mujer valiente, vino a Lima, se hizo ambulante, vendía comida con sus pequeños hijos, y se hizo más fuerte, tomó parte de una organizacion de mujeres que buscan justicia para sus familiares asesinados o desaparecidos,
aún continúa en esta lucha sin descanso, asi hay muchas historias similares que nos motivan a no dejarnos cegar por el miedo y a buscar la verdad
domingo
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